Historia

La actual Puerta Bisagra desaparece y trasladamos al espectador a un viaje hacía atrás en el tiempo. Momento en el que se construye la Puerta Musulmana.

Tres Culturas y su batalla
Toledo, conocida como “la ciudad de las tres culturas”, estuvo poblada durante siglos por cristianos, judíos y musulmanes. Juntos vivían en armonía y por toda la ciudad se respiraba convivencia, respeto y conocimiento. En tiempos de la “Reconquista” Toledo fue perdiendo esa multiculturalidad. La cultura Judía fue apartada de la vida cotidiana y los Cristianos y Musulmanes acabaron disputando en una feroz batalla la posesión de la Ciudad.

Ciudad Imperial
El Siglo XVI para Toledo fue uno de sus momentos de crecimiento y apogeo, donde Carlos V dotaría a la ciudad del título de Capital del Imperio, regalando a sus gentes una nueva Puerta Bisagra coronada por el escudo del Rey, el Águila Bicéfala.

Toledo vuelve ha ser capital del reino recuperando una bonanza económica gracias a su industria textil. El dinero llega a la ciudad y con él las fastuosas construcciones como la del Alcázar.

La llegada del Greco y sus primeras obras.
Los rumores de la bonanza económica en España llegan a oídos del Greco quien decide trasladarse a Madrid, y posteriormente a Toledo, para ser uno de los Pintores del Rey que adornará las paredes de la majestuosa obra del Escorial. En España no había pintores italianos y presuponía que su presencia sería requerida en la corte. Así decide trasladarse a la Península Ibérica. Su llegada a Toledo, inevitablemente según nuestra imaginación, tuvo que hacerse por la Puerta Bisagra.

Una vez instalado ya en Toledo, Domenico Greco comienza a trabajar, entre otros clientes, para la corte. De esta primera etapa Toledana resaltamos varias de sus obras como son La Adoración del Nombre de Jesús, El Martirio de San Mauricio, El Caballero de la Mano en el Pecho y la Dama del Armiño.

Toledo y sus leyendas en la época del Greco.
Las lenguas toledanas dicen que Juanelo Turriano, el relojero de la corte, tuvo un encargo real para que construyera un artilugio que elevara el agua desde el Tajo hasta el Alcázar. Una vez finalizó la obra de ingeniaría, el rey rehusó de la petición y no quiso pagar por el trabajo realizado. Así Juanelo Turriano se arruinó, no tenía dinero para comer, pero suficiente orgullo como para ir a pedir a la calidad. Su ingenio acuciante hizo que diseñara un autómata, un hombre palo, que cada día subiera hasta la caridad a por una humilde ración de comida. La leyenda dice que el retrato del hijo de El Greco que pintó en el Entierro del Conde Orgaz señala la flor de Lis, firma de Juanelo Turriano, a modo de homenaje al relojero italiano por haber sido maltratado por el rey.

Las últimas obras del Greco
La Fábula, la Anunciación y Laocoonte son obras de su última etapa elegidas para la ocasión. La fábula como un foco de luz desde el que crear nuevas historias del Greco. La Anunciación se compone a partir de la estridencia del color, la composición y la creación de volúmenes. El Laocoonte es la representación de la fuerza de los cuerpos contorsionados, del misterio con las serpientes,… todo el lleno de fuerza contenida y que deja entrever de fondo a nuestra protagonista: La ciudad de Toledo.

Las lluvias y el nuevo Toledo
En abril de 1946 una fuerte tormenta causó daños a una parte de la ciudad. La Puerta Bisagra perdió uno de los torreones, además de recibir grandes daños en su cimentación. Un gran estruendo que llevó por delante parte de la construcción, sin embargo, como una puerta viva, resucita para nacer como la guardiana de la ciudad, ejemplo del Toledo actual: moderno, tecnológico y vivo.

 
Créditos:
Dirección y producción: OTU CINEMA S.L.
Creatividad: OTU CINEMA S.L. / Romera Diseño e Infografía.
Producción visual: Romera diseño e infografía
Sonido y FX: La Bocina
Watchout: Idea de dos
Proyectores: BNCAudiovisual

Alejandro Garcia-Bermejo Alonso. Http://retazosdecolor.blogspot.com

Alejandro Garcia-Bermejo Alonso.
Http://retazosdecolor.blogspot.com